La Nacion:Maratón Baikal.
Marcelo Tordomar, el argentino que corrió la Maratón del Hielo en el Baikal en 2020.Gentileza Marcelo Tordomar
5 de febrero de 2021
17:47
Frío, nieve y viento blanco en un lago de Siberia forman un combo de condiciones extremas que solo los más aguerridos pueden enfrentar. Por eso, solo un centenar de personas cada año se anota para la Maratón de Hielo del Baikal (BIM ), una de las competencias más duras del planeta, que se corre sobre el lago congelado.
En la Baikal Ice Marathon participan corredores de todo el mundo.María Shalneva (Gentileza BIM)
La carrera se organiza desde hace 17 años y une las dos orillas del lago en el sur, donde hay 42 km de ancho, la distancia icónica de la maratón. El año pasado se corrió en marzo, justo antes de la pandemia, y participó un argentino, Marcelo Tordomar, que logró completar la carrera dentro de las seis horas estipuladas.
¿Volvería a hacerlo? “¡Sí! Son experiencias que te marcan”, cuenta. “Tiene esa mística de estar ahí, en la mitad de Siberia. Sí, claro que volvería”.
Tordomar es ingeniero, comenzó a correr alrededor del 2008 y se ha puesto como meta competencias extremas. Por eso, ya corrió en distinto extremos: calor en el Sahara (50º), humedad en el Amazonas (100%), altura en el camino del Inca (4.200 metros) y frío en el Baikal (-25º). Su lista seguirá por distintos países e incluye 25 desafíos.
Marcelo Tordomar, después de llegar la línea de llegada.Gentileza Marcelo Tordomar
La del Baikal fue especial. El récord de velocidad es del polaco Bartosz Mazerski que la hizo, en 2017, en 2:53:26 horas. La carrera tiene un límite de seis horas, con la consigna aceptada por todos los corredores de que quien no logra completar 21 km en 4 horas es retirado de la competencia para evitar que se congele.
El desafío del Baikal está dado no sólo porque hay que correr sobre distintos tipos de hielo y nieve, sino porque en el centro del lago se generan vientos fuertes que hacen bajar la temperatura drásticamente. La postal del cielo azul sobre la superficie blanca congelada tampoco es la regla. A veces se corre bajo un cielo azul y despejado. Y en otros momentos en medio de una ventisca, sacudidos por un viento cambiante, que puede soplar desde cualquier dirección.
El café caliente y los snacks energéticos son parte fundamental de la carrera.Andrei Sidorov (Gentileza BIM)
“Cuando largamos había unos 15º bajo cero”, cuenta Tordomar. “A esa temperatura y sin viento estaba bien. Venía a buen ritmo, pero un poco antes de la mitad empezó a soplar mucho viento. Eso baja mucho la sensación térmica. Decían que había bajado a -25º /-30º ”.
En la carrera tuvo dos momentos difíciles. El primero, cuando se sacó un guante y comenzó a sentir que se le congelaba la mano y que no podía volver a ponérselo por el frío intenso. Lo pudo superar gracias a unas pequeñas almohadillas térmicas que llevaba, compuestas de productos químicos que se activan en contacto con el oxígeno. Con ellas, logró recuperar el calor y la movilidad de la mano. Y el segundo momento fue cuando se le congeló el agua que llevaba en una caramañola y casi se deshidrata cuando faltaban todavía varios kilómetros para llegar al fin de la competencia.
Nada librado al azar
Para que una maratón extrema se pueda realizar con éxito la planificación es crítica. Y, dentro de ella, hay que llevar el peso y la ropa adecuada. En el caso de la maratón del Baikal, también es fundamental la forma de vestirse, en capas, y sin dejar ninguna porción de piel al descubierto, por mínimo que sea, para evitar las quemaduras por congelamiento. La cara también debe estar adecuadamente protegida, con anteojos y parches sobre los pómulos y la nariz.
Algunos tramos de la carrera se realizan directamente sobre hielo.Masaki Nakamura (Gentileza BIM)